Por Gloria Cantero
@LeeMisterio
«Ha vuelto tres años después sin dejar de transportarnos a la novela como pocos lo logran»
Fascinante, como siempre, la trama que John le Carré nos presenta en ‘Una verdad delicada’. Y ni que hablar tenemos de la escritura del británico. Esos dos puntos siempre han permitido a le Carré engancharnos desde la primera página, generando una atmósfera única. Ha vuelto tres años después sin dejar de transportarnos a la novela como pocos lo logran.
Volvemos al mundo espía. Nos encontramos en Gibraltar, la más preciada colonia del Reino Unido, donde se organiza una operación contraterrorista cuyo nombre en clave es Fauna. Su finalidad: capturar y secuestrar a un valiosísimo traficante de armas yihadista. Sus autores: un ambicioso ministro del Foreign Office, junto con un contratista de defensa privado que, además, es íntimo amigo suyo. Tan delicada es la operación que ni siquiera el asistente personal del ministro, Toby Bell, tiene acceso a ella.
La versión oficial fue que todo salió bien: años después se descubre que no fue exactamente así. ¿Hablará alguien?
Aunque la historia en sí no es nada nuevo, el argumento está tan bien construido como los personajes, que son totalmente realistas, y pueden llegar a resultar adorables. Paul no se entera de nada. La Operación Fauna ha sido un desastre, todo ha ocurrido delante de sus narices y no les ha resultado difícil convencerle de que no ha habido ningún problema. Pobre -y adorable- Paul.
El ritmo es rapidísimo, algo que se agradece en una novela así, y los escenarios completan todos los engranajes que hacen de esta una nueva obra maestra. Por decir algún defecto, quizá decepciona un poco la parte final -que no el final- de la novela, puesto que la situación se vuelve algo caótica.
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A sus 82 años David John Moore (más conocido como John le Carré) sigue en plena forma. Y que dure muchos años más. Nota: 7/10 Ficha del libro Título: Una verdad delicada |
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