«La realidad es insuperable, sobre todo en crueldad»

portada de maldita nostalgia‘Maldita nostalgia’ es una de las últimas novelas publicadas por La Factoría de Ideas,escrita por Juan Luis Marín, autor de ‘Almas grises‘. En esta obra nos volvemos a trasladar a la ciudad de La Capital, con algunos de los mismos personajes que vimos en la anterior novela, aunque se trata de una obra independiente.

Una novela «cruel, dura y violenta» en nuestra opinión, de la que conocemos más de la mano de su autor.

Dices que ‘Maldita nostalgia’ nace de dos sueños…
Pues sí, por un lado el sueño de compartir mis historias, alimentado durante años mientras escribía una tras otra sin que nadie se interesara por ellas… lo que supone el contraste entre lo que se sueña y lo que no se consigue, lo que se desea y se te niega. Y todo eso trasladado a los personajes de la novela, sumidos en la frustración, la decepción, la autocompasión… que cualquier estímulo puede convertir en una explosión de violencia motivada por las ansias de venganza o un equivocado sentido de la justicia. Y por otro, una pesadilla que me acompañó durante años en la que sentía cómo una presencia se me acercaba por la espalda mientras dormía y no me atrevía a girarme para ver de quién o qué se trataba. Gritaba para despertar de esa pesadilla. Y a veces despertaba en otra igual. Así que volvía a gritar… Para volver a despertar sin saber si lo hacía en la realidad o en el terror. En el presente que no es lo que esperabas, el pasado, que siempre parece mejor de lo que fue… o el futuro, al que siempre temes. Al final todo se reduce a lo mismo: el miedo a vivir por no poder nunca volver atrás para corregir tus errores. Eso es “Maldita nostalgia”, la pesadilla de la vida, el miedo a reconocer que somos capaces de auténticas barbaridades y tener el valor de contarlo.

La novela nace de ser un guión audiovisual. ¿Cómo acaba siendo una novela?
Con paciencia… y por ese sueño de compartir mis historias. El guión fue escrito en 1999 y se envió a muchas productoras, alguna de las cuales se interesó por él. Pero si en esa época era difícil publicar… más lo era vender un guión de cine. Así que en una de esas crisis creativas en las que quieres seguir escribiendo pero no sabes qué, decidí adaptarme a mí mismo y convertir “Maldita nostalgia” en novela. A fin de cuentas, un guión de cine te deja poco margen. Y sabía que se me habían quedado cosas en el tintero. Detalles. Personajes. Atmósfera. Situaciones. Y reflexiones. En 2005 escribí la novela. Y diez años después se ha publicado. Supongo que mi padre tenía razón cuando todos esos años, más de veinte, viendo que las negativas a todo lo que escribía eran constantes, me decía “tranquilo, hijo, el que la sigue la consigue”.

Juan Luis Marín escritor¿De qué trata ‘Maldita nostalgia’?
Es la historia de tres hermanos que se separaron por una tragedia familiar y siete años después se reencuentran por otra aún peor, conectada con los bajos fondos de la ciudad, el crimen, la extorsión y la tortura. Una tragedia “orquestada” por una sociedad secreta cuyo objetivo es conseguir el máximo sufrimiento de todos los implicados. Porque necesitan el dolor ajeno para sobrevivir. Y eso no se consigue matando… sino torturando. Física y psicológicamente. Una tragedia que tiene lugar en La Capital, una ciudad donde cada uno va a lo suyo, donde todos apartan la mirada cuando es otro quien sufre, donde la avaricia es el motor de quienes la habitan y el miedo su combustible. Donde “los depredadores se reconocen y son los débiles quienes desconfían”. Como alguien me dijo en una ocasión, “una mezcla entre las crónicas callejeras de Scorsese y las pesadillas criminales de David Lynch”.

A algunos de los personajes esta obra ya los pudimos ver en ‘Almas grises’…
Sí, a fin de cuentas todos ellos viven en La Capital… y si alguien se mete en ciertos líos en una ciudad como esa, es difícil no cruzarse con ellos.

¿Qué es La Capital?, ¿Cómo se crea?
Es la ciudad en la que se desarrollan todas mis historias. Un reflejo del Madrid más decadente, antes de que prohibiesen fumar no solo en los bares, sino en los hospitales. Cuando las prostitutas trabajaban en cientos de esquinas, cuando se bebía Dyc con coca cola y no gin tonics con pepino o pétalos de rosa, cuando no se trajinaba tanto en internet como en la calle, donde las historias de los barrios se compartían con pitillos y botellines, no en chats o por whatsapp… Y se crea escribiendo novelas que se han publicado como “Maldita nostalgia” o “Almas grises” y otras que hay en el cajón esperando su oportunidad… o en la cabeza, esperando su momento. Lo que te permite crear un mundo a tu medida, sin perder el contacto con la realidad que lo inspira, donde todo está interconectado, que no ensamblado. Esto es, historias independientes con que comparten algunos elementos.

Es una novela dura, pero ¿supera la realidad?
La realidad es insuperable, sobre todo en crueldad. Porque se alimenta de la más cruel de las mentes, la humana. Que está en continuo movimiento. Con la imperiosa necesidad de crear nuevas formas de joder al de enfrente. Esa es la reflexión final de “Maldita nostalgia”. Y la más estremecedora. Porque al final, como ocurre con los miembros de esa sociedad secreta de la novela que se alimenta del dolor ajeno, todos nosotros acabaremos necesitándolo también para sobrevivir. Y no nos será suficiente con verlo en las noticias de la tele, escucharlo en la radio o leerlo en la prensa. Necesitaremos sentirlo en nuestras propias manos. Y entonces sí que estaremos jodidos.

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