Prado G. Velázquez: «Estar en el paro es una putada, pero así puedo dedicarme al 100% a la promoción de la novela»

La manchega Prado G. Velazquez acaba de poner a la venta con Éride Ediciones su novela ‘Tierra de sol’. Para conocer más sobre esta novela hemos hablado con la autora.

Hace años que tienes escrita ‘Tierra de sol’ ¿Cómo ha sido el proceso que ha culminado con la edición de la novela por parte de Éride Ediciones?
Largo. No sólo en el tiempo sino en la forma en cómo ha transcurrido ese tiempo. Hasta hace un año y medio, mi tiempo lo ocupaba el trabajo de webmaster en una empresa y el día a día. Eso significa que para reescribir la novela sólo me quedaban las noches, los fines de semana, las vacaciones… Momentos robados en definitiva. Eso me ha permitido tomar una distancia necesaria con la novela, ser más crítica y más práctica a la hora de eliminar páginas (cosa siempre difícil para los escritores), reestructurar la historia, reescribir pasajes. Para bien o para mal, el último año me quedé en el paro, lo que me ha dado la oportunidad de profundizar en algunos aspectos de la trama y los personajes, así como meterme de lleno en la publicación de la novela. He trabajado en ‘Tierra de Sol’ hasta el último momento, hasta una semana antes de que “entrara a máquinas”.

¿De qué trata la novela?
Trata de una joven, Mary Anne, que va al Sur de México a través de una ONG para ayudar a una aldea de las montañas de Oaxaca. En realidad este acto altruista no es más que una huida hacia adelante de su propia vida en Gibraltar, donde ha dejado a su familia y novio, militares profesionales, para emprender la búsqueda de su propio destino. Allí se encontrará con otra mujer, Sol Velasco, una española que quiere regresar a España, también en una huída, también en busca de algo.
Es una novela trepidante y adictiva donde el género de aventuras me sirve para explorar, no sólo el corazón de ese México desconocido, sino el corazón de las protagonistas de la historia.

¿Por qué está ambientada en 1992?
Por varias razones: 1992 fue el Quinto Centenario del descubrimiento de América, motivo de alegría para Europa en aquella época convulsa donde se construían imperios tan fácil como se derrocaban. A su vez, coincide con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona; un motivo de unión de los pueblos de todo el mundo que celebran esa fiesta del deporte de élite.

En México, en ese momento, estaba a punto de firmarse el Tratado del Libre Mercado con EEUU y Canadá; un tratado que permitía a México entrar de lleno en esa política que gobierna el Primer Mundo, el capitalismo y la globalización. Curiosamente, los gobernantes de ese país que tanto creían conseguir con el tratado, olvidaban (y siguen olvidando) los derechos fundamentales de los indígenas mexicanos. Dos años después estalló el movimiento Neo-zapatista.

¿No encuentras paradójicas estas circunstancias?
Me interesaba sobremanera contraponer esta situación en la historia que he intentado enriquecer con símbolos y metáforas de cada “causalidad”. Así tenemos a un ambicioso personaje de encantadora sonrisa profident, que es americana y esconde una cara oculta; a una inglesa ex-militar que quiere un mundo mejor pero a través de la paz; a una manchega completamente antagonista a El Quijote y que tiene muchas debilidades; a un catalán que se llama Pau (que significa Pablo en español, pero también Paz); a un niño rico mexicano que podría ser un héroe de la lucha por los derechos de su pueblo; y a una aldea desamparada, que se ha quedado sin guía, y que lo único que quiere es sobrevivir para ver un mañana mejor.

Eso es lo que he querido plasmar, pero la novela está escrita de tal forma que cada cual va a extraer lo que más le guste, lo que más le convenga; hay gente que sólo ve una aventura divertida; hay personas que ven una historia de amor; y otros que ven mucho más allá. Es como si fuera un cuadro abstracto.

Una sicaria y una joven que acude a una aldea Mexicana con una ONG… ¿Cómo se entremezclan en una novela dos personajes tan diferentes?
Porque quizás, en el fondo, no son tan diferentes…

La novela iba a lanzarse el pasado año pero ha habido retrasos, pero lo bueno se hace esperar y los comentarios en las redes sociales y blogs están siendo muy positivos ¿Qué tal está funcionando ‘Tierra de sol’?
No me puedo quejar. En un mes y medio que hace que salió a la luz pública, se ha vendido más de la mitad de la primera edición; es decir, que más de 250 personas en España y algunas de México, Chile y Argentina, están leyendo ya la novela. No son muchas miradas objetivamente, pero si pensamos que sólo estoy haciendo publicidad a través de Facebook, Twitter y Google +, que hasta hace dos semanas no había llegado a ninguna librería física, que las páginas de venta de libros más importantes (como La Casa del Libro, Fnac, Amazon…) aún no la tienen y que soy una novel completamente desconocida, creo que tengo que darme por satisfecha.

Pero aquí no acaba el trabajo… Si quiero que se venda toda la edición, o sacar una segunda, tengo que seguir trabajando duro. La verdad es que estoy en el paro desde hace ya año y medio, es una putada porque no tengo una entrada mensual ni fija ni digna de dinero, pero siempre se ha de sacar provecho de las situaciones contrarias. En este caso, lo positivo es que puedo dedicarme 100% a la promoción de la novela y trabajar porque sea un éxito.

No es porque la haya escrito yo, en serio, pero ‘Tierra de Sol’ se merece ser un éxito. Es una buena historia nacida del disfrute y el placer absoluto por la escritura. Y eso se nota.


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