Así son las novelas ganadoras en la Semana Negra de Gijón

La Semana Negra de Gijón cerró ayer su 25º edición, en la que el pasado viernes se dieron a conocer los ganadores de varios premios literarios que se entregan cada año en el festival. A continuación exponemos los ganadores en cada categoría e información sobre cada una de las novelas.

Premio Hammett
‘Cámara Gesell’, de Guillermo Saccomanno
·  Planeta (Argentina)
Invierno. Una ciudad balnearia de la costa atlántica fuera de temporada, donde aparentemente no pasa nada. Una denuncia de abusos en el jardín infantil de un colegio religioso. Padres que inician una cacería humana. En tanto, una sociedad que se precia de ecologista observa impávida la tala de un bosque para la construcción de unas «torres gemelas». El tendido de una red cloacal, un negociado municipal, anega las calles. Una serie de hechos trágicos se sucede mientras las «fuerzas vivas» intentan preservar la falsa calma. Pero cuando una banda de adolescentes quema vivo a un bebé de la comunidad boliviana, se pone en riesgo la honorabilidad de los poderosos. La complicidad entre el poder político y la corrupción policial. Tráfico de drogas, asesinatos, violaciones, suicidios, adulterios, maltratos domésticos. Con la conurbanización del paisaje, se reproducen los pibes chorros y el gatillo fácil. De los 40.000 habitantes, 400 tienen prontuario. La bondad solidaria de algunos no es suficiente. Informar es peligroso; puede espantar el turismo anhelado. Sólo cabe resistir hasta el verano, que parece siempre lejos. La temporada, piensa la mayoría, será la salvación, el olvido negador de las frustraciones, el resentimiento y la violencia.

Memorial Silverio Cañadas
‘La soledad del mal’, de Horacio Convertini
·  Eduvim (Argentina)
Los crímenes de un asesino que antes de serlo fue víctima. Y una idea: el mal conlleva una irremediable soledad, cuya salida es la destrucción del prójimo. Con certeras pinceladas, Convertini dibuja sus personajes: el asesino, la docente convencional, una hastiada ama de casa, la lesbiana despechada, un cura pedófilo, un mimo cruel…

Premio Celsius
‘Cenital’, de Emilio Bueso
·  Salto de página
La mano invisible te ha robado la cartera y el futuro, y no se detendrá cuando algunos gobernantes dimitan. Esto no se arregla con unos años de ajuste ni inyectando capitales ni nacionalizando bancos. Esto no se va a quedar en los aeropuertos sin aviones, los trenes de alta velocidad sin pasajeros, la gente sin pisos y los pisos sin gente. Esto sólo acabará cuando un silencio sepulcral se enseñoree de todas las grandes ciudades, cuando el apagón se vuelva permanente y las bicicletas se desplieguen por las autopistas de peaje. Para entonces habrán muerto millones de personas.

Premio Rodolfo Walsh
‘Narcomex. Historia e historias de una guerra’, de Ricardo Ravelo
·  Debate
México vive sumido desde hace más de un lustro en una vorágine de violencia inagotable que se ha cobrado miles de vidas, y ha debilitado el tejido social y político del país, la guerra que el presidente mexicano Felipe Calderón declaró en 2006 al narcotráfico y que, como una mala hierba, ha traspasado fronteras hasta llegar a corromper a los países vecinos. Ricardo Ravelo nos cuenta la historia de este conflicto armado: las rutas de la droga, el blanqueo de dinero, el cambio de bando de las fuerzas armadas, la vida de los capos, la de sus abogados y los negocios alternos de los mafiosos, y relata episodios determinantes como la fuga del Chapo Guzmán, la caída del gobernador Mario Villanueva, condenado a prisión por tráfico de drogas, el surgimiento de Los Zetas, o el ascenso y caída de Osiel Cárdenas.

Premio Robespierre
‘Espartaco’, de Javier García Sánchez
·  Galaxia Gutenberg
Un día de principios de otoño de 1793, el joven Sebastien-François Précy de Landrieux, llega por primera vez a París. No había cumplido aún los dieciséis años. Pero la ciudad que lo acoge no es la que tantas veces soñó. Desde las ventanillas de su carruaje contempla, en la plaza por la que cruza, el Artefacto con su hoja suspendida en lo alto, la célebre y temida balanza justiciera de la Revolución. Y siente una ligera brisa en el cuello. Sebastien aún no sabe que, a través de un contacto de su padre, entrará a trabajar en el despacho del ministro-diputado Lindet, lo que le permitirá tratar con altos cargos, incluso con Robespierre en persona. Sin darse cuenta, Sebastien se encontrará en el corazón administrativo del Terror. A las puertas de la muerte, Sebastien redacta sus memorias de esos días.

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