‘Argo’ llega simultáneamente a las librerías y a las salas de cine

La asombrosa historia de la misión de rescate más rocambolesca y surrealista de la historia del espionaje americano ha llegado ya a España por partida doble. En las librerías RBA ha publicado en su colección Serie Negra la novela ‘Argo’ de Antonio J. Mendez, mientras que en las salas de cine de todo el país Ben Affleck ha estrenado la versión cinematográfica. La cinta ha tenido una acogida muy entusiasta en el reciente Festival de Cine de San Sebastián.

‘Argo’ narra la asombrosa historia de la misión de rescate más rocambolesca y surrealista de la historia del espionaje americano. El 4 de noviembre de 1979 una riada de iraníes, en gran parte estudiantes, irrumpió con violencia en la embajada estadounidense de Teherán. La decisión de las autoridades estadounidenses de acoger al anterior líder del país, el Sha, considerado prófugo de la justicia por la teocracia encabezada por el ayatolá Jomeini, había sulfurado los ánimos y con este asalto se buscaba exigir su extradición.

Como medida de fuerza, retuvieron a docenas de ciudadanos americanos durante un angustioso cautiverio que se prolongó a lo largo de 444 días. Sin embargo, seis de ellos consiguieron escapar de las gigantescas y laberínticas instalaciones hasta llegar a los dominios de la embajada canadiense. Una vez ahí fueron repartidos en diversos domicilios particulares en los que permanecieron escondidos, confiando, como todo el mundo, en una pronta resolución del conflicto. La prolongación indefinida de la crisis, que tuvo en vilo a la comunidad internacional, hizo entrar en escena al agente de la CIA Antonio Mendez, un excelente dibujante especializado en falsificación de documentos y cambios de identidad por medio de disfraces.

Mendez ya contaba con una larga experiencia en las llamadas “extracciones” de individuos en peligro en puntos calientes del planeta, por lo que se le encomendó la misión de idear un estrategia y un plan de acción para sacar a esos seis compatriotas de su cautiverio y enviarlos sanos y salvos a suelo estadounidense.

La amenaza constante de que estos fueran descubiertos, lo que podría acarrear su ejecución al tiempo que pondría en una delicadísima situación al gobierno aliado de Canadá, colocaba a Mendez en la tesitura de tener que actuar con celeridad pero también con la máxima precaución, ya que la capital iraní era por aquellos días una mezcla de polvorín y ratonera para cualquier extranjero, y muy especialmente para un americano.

Y por mucho que sepamos que las películas de intriga guardan escaso parecido con la realidad, no se le ocurrió mejor solución que recurrir a profesionales de Hollywood. ¿Por qué no fingir que los secuestrados formaban parte de un equipo que buscaba localizaciones en Irán para el rodaje de una película que mezclara misticismo con ciencia ficción? La idea era tan descabellada que merecía la pena probarla.

El cerebro de aquella operación, que irónicamente no se le ocurriría al más ingenioso guionista de cine, relata los pormenores de tan peligrosa locura, permitiendo entrar al lector en la cocina de la CIA y de Hollywood, a partir de su histórica alianza, la cual mezcló a agentes especiales con creadores de efectos especiales, a espías y falsificadores con maquilladores.

Leerlo para creerlo. Mejor que la más trepidante novela de espionaje, Argo cuenta además con un ángulo rabiosamente actual con la tensión que existe en estos momentos entre Estados Unidos e Irán a raíz del programa nuclear del segundo.

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