Antonio Manzanera: «Para mí Müller es una excusa para describir cómo son y cómo funcionan los servicios de inteligencia»

Hablamos con el economista Antonio Manzanera sobre ‘El informe Müller‘,  su primera novela de ficción que trata una de las grandes mentiras de la historia reciente. La Editorial Umbriel puso a la venta el libro el pasado 11 de febrero.

La novela se basa en un personaje real y sus misterios ¿Quién fue Heinrich Müller y qué papel tiene en ‘El informe Müller’?
Müller, el director de la Gestapo, fue el único jerarca nazi que desapareció completamente de la faz de la tierra, escapando así de la justicia de los aliados. Su destino final interesó a todos los servicios de inteligencia durante la Guerra Fría, y gracias a la desclasificación que decretó George Bush en 2001 del dossier que elaboró la CIA sobre Müller, por fin pudimos conocer los detalles de su búsqueda. Ahí tiene su origen mi novela, “El informe Müller”. Lo único que yo he hecho es unir las piezas del rompecabezas utilizando una trama de ficción ubicándola en el año 1955, un momento crucial en las guerras de servicios de espionaje.

En realidad el papel de Müller en la novela es marginal. Aparece inesperadamente y muere al cabo de las pocas horas. Pero la investigación que se emprende sobre su asesinato muestra una realidad desconocida sobre los servicios de inteligencia. Y eso es lo que yo quería retratar.

¿Cómo se introduce la ficción en esa historia real?
Todo el trasfondo de “El informe Müller” es real, tanto los últimos días de la batalla de Berlín cuando desaparece el antiguo director de la Gestapo (explico con pelos y señales cómo lo consiguió), como los años más duros de la Guerra Fría a mediados de los 50. La Historia es el decorado de la novela, y los personajes se mueven por ella siguiendo un guión ficticio. Eso sí, la trama está plagada de personajes reales (hay una relación al final del libro), lugares, hechos y objetos totalmente reales. He querido que el lector no se sienta engañado y que el relato sea totalmente creíble.

¿Cómo llega a ti este personaje?
Mediante la desclasificación de Bush aludida antes. Suelo seguir las noticias más destacadas relacionadas con los servicios de inteligencia, en particular aquéllas con un interés histórico. Per incluso anteriormente el tema Müller se puso de actualidad en España. En junio de 1997 El País publicó una inquietante noticia: “El jefe de la Gestapo visitó Madrid en 1942, según informes de Estados Unidos”. ¿Qué vino a hacer Müller a España? El propio artículo nos aclara que Müller viajó también a París en enero de 1942, acompañado de Schröder, agregado político en Lisboa, y posteriormente a Grecia, en julio de 1942, para tratar de los sabotajes de los aeropuertos alemanes. Efectivamente, tanto en Francia como en Grecia había aeródromos nazis que eran hostigados por los grupos de resistentes, pero ni España era zona de guerra por aquellas fechas, ni teníamos campos de aviación alemanes en nuestro suelo. Müller no vino a España para resolver ningún problema de sabotaje.

Cabe la posibilidad de que Müller hubiese visitado nuestro país para impulsar aquí la persecución de los judíos a escala europea que se acababa de decidir en Wannsee en enero de ese mismo año. Si fue así, su éxito fue escaso. En todo caso, la vinculación del viaje de Müller a España con el holocausto no pasó desapercibida para los integrantes del Centro Wiesenthal, la organización que se dedicó a perseguir nazis por todo el mundo después de la guerra. Casualmente, cuando salió a la luz la noticia de 1997, el presidente José María Aznar acababa de entrevistarse con tres representantes del Centro. Estas mismas personas le pidieron días después a Aznar por escrito que investigase acerca de la presencia de Müller en España. El gobierno español no contestó nunca.

¿Qué te atrajo de Müller para basar en él tu primera obra de ficción?
El destino incierto de Müller así como su valor como espía para cualquiera de los dos bandos de la Guerra Fría lo hacían en personaje idóneo para basar en torno a su figura una novela de intriga y espionaje. Hay que tener en cuenta que para mí Müller es un medio, una excusa para describir cómo son y cómo funcionan en la realidad los servicios de inteligencia. Ése es mi verdadero propósito con “El informe Müller”. Y por eso la novela ha sido alabada por antiguos agentes del Centro Nacional de Inteligencia, porque ven en ella la realidad del espionaje durante aquellos años: los topos, los chantajes, la venta de información, los robos…

¿Cómo has podido documentarte sobre un tema tan complejo?
Siempre acudo a fuentes primarias en lengua original, en este caso inglés. Recibí partes del informe de la CIA y luego encontré algún estudio realizado sobre el mismo en EE.UU. Respecto al tema del espionaje, aparte de recurrir a fuentes bibliográficas he tratado de asesoramente mediante personas que han tenido relación más o menos cercana con la inteligencia estadounidense.

‘La suave superficie de la culata’ es tu próxima novela, basada también en hechos reales, y que se pondrá a la venta a finales de año ¿De que trata?
En noviembre de 2013 se cumple el 50º aniversario del asesinato de John Fitzgerald Kennedy. Aparte de todas las teorías conspiranoicas que a día de hoy aún siguen circulando por ahí, es innegable que hay un hecho cierto: su presunto asesino, Lee Harvey Oswald, fue muerto horas después de ser detenido por un miembro de la mafia, Jack Ruby.

Al igual que he hecho en “El informe Müller”, en “La suave superficie de la culata” retomo unos hechos reales para hablar de algo que me interesa terriblemente: el crimen organizado y su relación con el poder político.

En la trama, Vincenzo Sunny Santino, un capo mafioso, cumple condena en la prisión estatal de Reno a principios de los 60 por el homicidio de una mujer. Inesperadamente, el gobierno decreta su excarcelación: la Cosa Nostra ha pactado con la Administración Kennedy colaborar con el servicio de inteligencia estadounidense en un complot para asesinar a Fidel Castro y Sunny Santino será el responsable de hacerlo. Pero nada más salir de la cárcel, una sorprendente intriga de tráfico de estupefacientes, juego, crimen organizado y servicios secretos esperará a nuestro protagonista.

En definitiva, “La suave superficie de la culata” explora las relaciones entre la mafia americana, la Administración Kennedy y la Cuba de Fidel Castro.


1 comentario

  1. Personalmente el libro me encantó, un toque muy real y muy bien investigado pero al ser todo tan real perdía un poco de frescura propia de la ficción.
    La figura de Muller es especialmente interesante por ser un tipo extraño, con toda una carrera en la administración alemana, fuera nazi o no, y en el más alto nivel y al que apenas se le puede poner cara por un par de fotos. Un prototipo de espía

Dejar una contestacion