Las Flores de Baudelaire, una crítica de Blanca Pérez

Por Blanca Pérez
@blan_pa

“Un misterio donde nada es lo que parece y en el que crimen y poder van de la mano”

Una de las virtudes de la novela negra es su capacidad de intrigarnos a la vez que nos sumerge en una crítica social. Esto ocurre en “Las Flores de Baudelaire”, la primera novela que ha escrito Gonzalo Garrido y que le ha convertido en un autor a tener en cuenta. El escritor nos traslada a Bilbao, donde las diferencias sociales y las protestas de los más débiles a principios del siglo XX constituyen el marco idóneo para situar la trama.

La violenta muerte de la pequeña Anabel, hija del poderoso empresario Fran Krüger, conmociona a una sociedad poco acostumbrada a que se ataque a las clases superiores. Alfredo Maldonado, fotógrafo profesional e investigador vocacional, comienza a investigar el crimen. Poco a poco, va descubriendo cómo el asesinato de la pequeña está relacionado con los turbios negocios de su padre.

El olor de las flores de Baudelaire, las flores del mal, invaden las páginas de la novela. La maldad aparece de la manera más cruel y así lo destaca su autor cuando dice que “el mal no tiene escrúpulos: es capaz de quitar la vida a una niña de la manera más horrible”. Esta es una sociedad envenenada, donde el dinero y el poder sientan las reglas del juego. Incluso, es interesante comprobar cómo las revueltas sociales que se producían en esos años no distan demasiado de las que se producen actualmente.

“Las flores de Baudelaire” es una buena opción para estos meses de verano. Escrita de manera ágil y con personajes bien construidos, Gonzalo Garrido narra un misterio donde nada es lo que parece y en el que crimen y poder van de la mano.

Nota: 7/10

Ficha del libro
Título: Las Flores de Baudelaire
Autor: Gonzalo Garrido
Año: 2012
País: España
Editorial: Alrevés
Páginas: 264

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