Ojos de agua, de Domingo Villar

Por Paula Valle
@LeeMisterio

«Simplemente brillante es Domingo Villar»

Me decidí hace unos días a descubrir a Leo Caldas dado el revuelo que estaba causando el retraso en la publicación de la tercera novela que Domingo Villar sobre el inspector. Hice un hueco entre mis lecturas y decidí acabar el verano con ‘Ojos de agua’, una novela de muy pocas páginas publicada en 2006, ideal para esos días en que apetece coger un libro, con mucha disponibilidad y energía.

Brillante. Simplemente brillante es Domingo Villar. Me sorprende no haberlo conocido antes, aunque es una pena que sus seguidores hayan tenido que esperar tanto para adquirir sus novelas entre la publicación de una y otra. Pero ya se sabe, lo bueno se hace esperar, y tras una buena novela hay un largo y duro trabajo.

‘Ojos de agua’ no alcanza las 200 páginas y, mientras en muchos bestsellers de esos escritores que cada año tiene una nueva entrega del policía de moda se aprecia el relleno y desesperan las miles de líneas que dilatan una historia simplona, este trabajo se queda muy corto. La trama da mucho de sí, y todo el que lea la novela se quedará con ganas de más Caldas y Estévez, los protagonistas. Casi me atrevería a decir que la trama está en un segundo plano, ya que, aunque se trabaja de manera excelente, en las últimas páginas ya sabes que vas a echar de menos a la pareja. Digamos que apetece mucho más Leo Caldas que sus investigaciones.

Todavía tengo que leerme la segunda entrega (con muchas más páginas) de la serie protagonizado por esta pareja para estar tan encandilado de Leo Caldas como veo que lo están muchos lectores. En las páginas de ‘Ojos de agua’ no me ha llegado tanto como esperaba. Yo de momento me quedo con el bruto y adorable Estévez. No se que tiene, pero me ha ganado. También estoy a la espera de saber más sobre Alba, un personaje del que no sabemos nada, pero cuya historia está tratada de manera sorprendentemente llamativa.

La trama policíaca comienza cuando, en una torre residencial junto a la playa, un joven saxofonista de ojos claros, Luis Reigosa, aparece asesinado con una crueldad que apunta a un crimen pasional. Sin embargo, el músico muerto no mantiene una relación estable y la casa, limpia de huellas, no muestra más que partituras ordenadas en los estantes, saxofones colgados en las paredes y el libro -ya un clásico- de un gran filósofo del siglo XX sobre la mesilla de noche.

Leo Caldas, el solitario inspector de policía que compagina su trabajo en la comisaría con un consultorio radiofónico, se hará cargo de una investigación que le llevará de la bruma del anochecer al humo de las tabernas y los clubes de jazz. Rafael Estévez, un aragonés para quien las cosas «simplemente son o no son», es su nuevo ayudante. Demasiado impetuoso para una Galicia irónica y ambigua, en la que todo se insinúa pero nada realmente se dice, y para el melancólico Leo, que busca entre sorbos de vino los fantasmas ocultos en los demás, mientras intenta sobrevivir a los suyos.

Pienso lanzarme de inmediato con ‘La playa de los ahogados’. Si alguien me busca mañana a primera hora que no me llame a casa. Estaré en la librería.

Y ahora sí. Después de meses leyendo comentarios y peticiones de la gente sobre el retrasado lanzamiento de ‘Cruces de piedra’ (tercera entrega de la serie que se anunció inicialmente para el pasado año y sigue sin fecha de lanzamiento), me sumo a su reivindicación. ¡Vamos Domingo, acaba de una vez la novela!

Nota: 9/10

Ficha del libro
Título: Ojos de agua
Autor: Domingo Villar
Año: 2006
País: España
Editorial: Siruela
Páginas: 188
Serie: 1º Leo Caldas


2 comentarios

  1. Dado el retraso de su tercera novela y lo buenas que son las dos primeras espero que Domingo Villar me dé una alegría y alargue Cruces de piedra hasta las 800 páginas para estar más tiempo leyéndola.

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