Gonzalo Garrido: «El acierto está en crear un clima más que en una descripción detallada de la época»

Gonzalo Garrido es el autor de ‘Las flores de Baudelaire’, novela ganadora de Premio LeeMisterio a la Mejor Ambientación. Una historia que transcurre durante la primera guerra mundial, y que aborda el tema de la traición como parte fundamental de la vida.

En LeeMisterio hemos hablado con él para conocer más sobre Garrido y su obra, a la que los participantes en los premios han querido otorgar el galardón.

¿’Las flores de Baudelaire’ es una novela negra?
Las flores de Baudelaire es una novela de intriga con una alto componente psicológico y de denuncia social. Mucha gente la cataloga como negra porque hay un crimen y una investigación, pero yo diría que va un poco más allá, que pretende provocar al lector, hacernos pensar en nuestras propias vidas, en nuestra actitud ante lo que acontece a nuestro alrededor. En este sentido, creo que tiene varios niveles de lectura, desde el sencillo basado en la trama de investigación al más sofisticado, con ciertas reflexiones sobre la condición humana, la religión, la maldad, la traición… Por eso gusta a gente joven y mayor, a hombres y a mujeres, de manera indistinta. Cada uno lo interpreta según su realidad, según sus vivencias.

¿Por qué decidiste que el protagonista de la novela fuera un fotógrafo?
Quería un personaje que no fuera profesional (policía o detective) porque así no me tenía que sujetar a parámetros estrictos en la investigación. Además, deseaba que tuviera una mirada diferente, asociada a las nuevas tecnologías que surgían en aquella época, como era la fotografía. Y, sobre todo, quería una potente voz narrativa que atrajese desde el primer momento. Creo que gran parte del éxito de la novela es la forma de ser de su protagonista, sus propias miserias.

¿Cómo se inmiscuye Alfredo Maldonado en una trama de misterio?
Maldonado se inmiscuye de una manera natural, ya que trabaja para la policía y, además, conoce a la niña asesinada. Dos coincidencias que despiertan sus instintos como detective, aparte de su vocación un tanto anárquica.

¿Que Bilbao se muestra en la obra?
Es el Bilbao de comienzos del siglo XX, un ciudad en crecimiento, con unas desigualdades tremendas debido a la rápida industrialización, y en el contexto de una guerra mundial. Desde luego no es un Bilbao romántico, ni costumbrista. Quería contar una historia diferente, dura, que pusiese a sus ciudadanos ante un espejo no siempre agradable. Y lo he hecho a conciencia, tocando a todos los estamentos de la ciudad y con todo el humor ácido del que he sido capaz. Espero que no me echen de Bilbao.

¿Ha sido complejo ambientar la novela?
Sí, siempre es complicado. Han sido varios años, aunque con dedicación irregular. Elegí esa época porque me interesaba desde el punto de vista histórico (se producen grandes cambios sociales y tecnológicos) y porque apenas estaba trabajada desde el punto de vista narrativo. Eso hizo que tuviera que informarme. Me basé en libros de historia, biografías o periódicos. En cualquier caso, no he buscado la verdad histórica, sino la verosimilitud.

¿Qué crees que es lo que gusta de ese marco?
En mi opinión el acierto está en crear un clima más que en una descripción detallada de la época, aspecto que suele frenar la acción. Creo que he conseguido meter al lector en un ambiente y llevarlo hasta el final de la historia por un entorno muy atractivo y desconocido, a pesar de la cercanía en el tiempo y de la importancia para nuestra vidas actuales.

‘Las flores de Baudelaire’ cuenta con una segunda edición, alabanzas de Eduardo Mendoza, y ahora un premio entregado por los lectores del género ¿Imaginabas así tu estreno literario?
No. Nunca me imaginé que Eduardo Mendoza me iba a apoyar la novela. Fue una gran alegría y un acto muy generoso por su parte. Tampoco supuse que el boca a boca iba a ser tan favorable y me iba a llevar en pocos meses a una segunda edición. Ni que los medios de comunicación me diesen un trato tan bueno. Ahora estoy sorprendido con las nominaciones y los premiso, como el vuestro, que refuerzan la estima de cualquier escritor. Sin duda está siendo una acogida espectacular.

¿Cómo te gustaría volver a la novela?
Para mi la carrera literaria es siempre una evolución del escritor. Cada vez me interesa más esa evolución. En este sentido, me gustaría avanzar en mi forma de ver el mundo y de narrarlo. Desde luego no quiero ser continuista, aunque nunca se sabe. En cualquier caso, escribo con una mentalidad un tanto “vengativa”, ya que pretendo poner en evidencia las injusticias y estupideces de nuestra sociedad. Confío seguir esa línea. 


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